domingo, 5 de febrero de 2017

Una de palomitas! FFXV: Kingsglaive

Seguimos con la temática de Final Fantasy XV - no se nota nada que le estoy dando al juego cosa mala - para hablar de la película que nos amplia el mundo de Eos, el reino de Lucis y el Imperio de Niflheim.

Todos los que han jugado, o están empezando a jugar, a FFXV saben que el juego comienza con la partida de Noctis y sus amigos para encontrarse con la dama Lunafreya para su boda. Amén de como se estropea el Regalia y les deja tirados en medio de la nada. La película se sitúa justo antes de esa -más o menos - primera hora de juego.

En primer lugar nos presentan a la unidad de élite de Lucis, los Glaives. Se trata de unos guerreros con capacidades notables y que son participes del poder del rey Regis de Lucis que les permite utilizar sus mismos poderes en el combate. Esto les ha permitido durante largo tiempo mantener a raya al Imperio...  o al menos causarles importantes bajas.

La primera vez que los vemos en acción están en pleno asedio del Imperio a una ciudad que entendemos linda con sus territorios. Infantería Magitec, begimos y demás fauna monstruosa son la fuerza de asalto imperial. Los magos de los Glaives tratan de invocar una tormenta de fuego que retrase su avance y los empuje de vuelta a sus tierras.

Y aquí es donde entra el primer cameo "VIP" de la película. Las fuerzas imperiales transportan con sus aeronaves un cadente, entidades monstruosas que surgen cuando cae la noche y las luces se extinguen. Pero este cadente no es un monstruo cualquiera, como muchos de los que vemos en el juego. Se trata ni más ni menos que de Arma Diamante. Si, como lo leeis. Arma Diamante aparece en el mundo de Eos para sembrar el caos y la destrucción al igual que hace con Midgar en FFVII. Además será un elemento recurrente a lo largo de la pelicula, ya que aparecerá en varias ocasiones y por triplicado.

Para no entrar en mucho destripe de la película, aprovecharé este momento para nombrar el resto de cameos. Algunos de los ilustres que veremos en la cinta son Cerbero - el guardian force que capturábamos en el Jardín de Galbadia en FFVIII, Yojimbo - el eón pesetero de Yuna en FFX, Amadeus - que ya apareció en dos entregas de la franquicia como son Final Fantasy Tactics (GBA) y en FFXII -, el General Glauca, cuyo diseño recuerda mucho al de los jueces de FFXII o nuestro querido y pesado cefalópodo de FFVI, Ultros, que sigue teniendo fijación con las chicas rubias y guapas.

En los estrictamente cinematográfico diremos que el protagonista es Nyx Ulric, un miembro de los Glaives que se caracteriza por su arrojo en la batalla y su inquebrantable lealtad al rey Regis y al reino de Lucis. También tiene un papel importante su amigo Libertus Ostium - que en muchos momentos se dedica a repartir de las mismas, usando su apellido como juego de palabras - y el capitán de los Glaives, Titus Drautos. Aparte de los obvios, como son el rey Regis, el emperador Iedolas de Niflheim o la princesa de Tenebrae, Lunafreya.


Una historia llena de acción e intrigas palaciegas, que nada tiene que envidiar a un capitulo de Juego de Tronos - en todos sus sentidos - o a una película de Michael Bay, por su cantidad de efectos visuales y explosiones. Se nota que los chicos de Visual Works (FFVII Advent Children) han mejorado mucho sus habilidades y han sabido aprovechar a la perfección las mejoras tecnológicas actuales para las escenas creadas por ordenador. Y es que los personajes tienen un nivel de detalle tan magnifico que parecen auténticos actores reales. Un detalle que me sorprendió mucho fue el logrado efecto de las caídas y cuerpo de las telas de los trajes y capas que nos muestran. Absolutamente magnifico.

Sin embargo no todo iba a ser bueno. Debo decir que lo que más falla son algunas emociones, como la tristeza. Con un ordenador aún no es posible plasmar el sufrimiento y la angustia de un personaje. Eso queda claro en el primer plano de Libertus, cuando recibe una terrible noticia. Aunque supieron evitar algo aún más complicado que las expresiones faciales que acompañan a esas emociones, las lágrimas. Si lo queremos ver con el vaso medio lleno diré que esto no supone más que aún queda margen de mejora para que nos sirgan sorprendiendo desde los estudios de Square Enix.

Como conclusión final diré que el film, como complemento de la historia principal del juego, es un trabajo magnifico y que a buen seguro divertirá a sus espectadores. Otras quedaron los días oscuros de Final Fantasy. La Fuerza Interior. Se sostiene suficientemente para poder verse sola sin más - de hecho yo la vi con mi madre y estuvo atenta todo el tiempo aunque no conocía los cameos ni las referencias - y proporcionará un rato entretenido.

Mi recomendación es que la veáis y juzguéis por vosotros mismos. Recomiendo que, aunque la veáis sin intención de jugar al juego o solo por pasar un rato, tengáis claro que habrá muchas cosas que no entenderéis. No os extrañéis, realmente está pensada para ampliar la experiencia del juego y ese es el prisma correcto para valorarla.

Y recordad mis queridos lectores - o debería decir... glaives - honor y patria.

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