Hoy estrenamos sección dedicada a los juegos retro. Esos juegos del pasado que la vida, tus circunstancias o simplemente las ganas de jugar traen de vuelta de los baúles del trastero a tus manos. Porque en el fondo, por muy simples que fuesen - y no es tontería decir estoy hoy en día, que parece que solo los gráficos y las resoluciones importan - nos hacían pasar horas y horas pegados a la consola y pasándolo pipa.
Me he decidido por este titulo porque es uno de los juegos de Game Boy a los que más horas dedique en mi infancia. Y eso que no tenía la portátil de Nintendo. Recuerdo perfectamente como llegar a casa de mis primos era toda una fiesta - no solo por verles, está claro - sino porque podía hacer uso indiscriminado de aquella consola sin tener que preocuparme más que por la duración de las pilas.